Vivir en la Margen Sur
Existe en un lugar lejano, una isla, la isla de Tierra del Fuego y en la
costa norte de cara al Atlántico una cuidad…Rio Grande.
Tan bella, tan escandalosamente iluminada en las noches y esplendida en
el día típica ciudad marítima sobrevolada por gaviotas y en las tardes
sobrecoge la melancolía el sonido intenso de las turbinas del único avión
diario que conecta a la ciudad con el continente.
Un lugar donde el sol mezquina su tibieza y el viento se arremolina en
las calles llevándose irrespetuoso las bufandas de un invierno tan largo como
una ilusión perdida en los días de querer volver.
Más toda la belleza de la ciudad, con sus avenidas y el novísimo muro
costanero se va opacando a medida que nos alejamos y traspasamos el larguísimo
puente Gral. Mosconi sobre el Rio Grande que une la ciudad con la Margen Sur.
Desde la costa de la Margen Sur se ve
la ciudad y en las noches serenas y de luna es muy bello verla con sus luces
reflejada en las aguas.Pero la realidad nos golpea la poesía cuando miramos
hacia las mesetas …mas allá de los barrios del Austral ,Reconquista, él coqueto
Ecologico,el bonito CAP. y allá muy cerca de las chacras están aquellos que
llegaron y se encontraron con que la isla de la fantasía ya no era una
utopia,un sueño maravilloso de fortuna y trabajo y muchos no pudiendo pagar los
altísimos alquileres optaron por tomar un terreno y hacer su casillita, pronto
los asentamientos se transformaron en barrios y se les llevo la luz y hasta se
le dan los bonos para el gas ,pero hay muchos que ni siquiera tienen una casita
,y están sin agua y no tienen ni para el bono del tubo y están ellas….y al
verlas me pregunto …se vive en la Margen Sur?
Si ellas viven esas mujeres especiales viven. Las que soportan el crudo
invierno sin gas, sin agua, sin luz y estoicamente se arreglan con lo poquísimo
que tienen y se aferran con ahincó sobrenatural al sacrificio de criar sus
hijos, caminar contra el hostil viento y viendo y sintiendo como el frio les
agrieta las manos al lavar ropa en fuentones a la intemperie….esas mujeres que
inventan frases y derraman caricias cuando el hambre llega casi sin permiso y
sus hijos se acurrucan bajo sus brazos y preguntan ….hay pan…ma?y cierran sus
ojos y muy dentro de su compungida almita imploran .No Dios mío a mis hijos no.
Las que cada mañana se recogen el cabello y no precisamente con una
cinta de raso rosa…la que buscan algunos leños para prender una improvisada
salamandra, las que con monedas debe llevar a su hijos al hospital, pagar el
colectivo, darles de comer, comprar los …imposible, solo podrá llegar hasta el
hospital pero no podrá pagar el antibiótico para su bebe y bajando la cabeza
musitara Doctor..Puede hacerme una receta social?.y quedaran prendidas en su
impotencias las zapatillas que vio en la casa de deportes y que a su muchachito
le quedarían bonitas
Las que un día dejaron a sus padres, sus hermanos su casa y siguiendo a
su compañero en busca de un futuro mejor juntaron sus ropas y con ojos azorados
se encontraron a miles de kilómetros de su provincia de su hogar…hogar que
quedo en el recuerdo guardado en el bolsillo del bolso en el que pusieron fotos
y alguna carta emocionada de una madre que quedo en el continente apretando la
tristeza en el corazón llorando mientras el avión se perdía en el horizonte
llevándose su tesoro más preciado.
Esas mujeres hoy levantan orgullosas su frente con un niño en cada mano
y un vientre henchido de vida que le darán a esta tierra y le pelean al destino
y se suman a las banderas que flamean una vivienda digna..Trabajo y atención
sanitaria.
Y los días pasan más ellas no declinan, ellas que viven en los
asentamientos de la Margen Sur las que ven con tristeza a sus compañeros
caminar la llovizna helada y se pierden hacia la ciudad por dejarles a ellas
las monedas del pasaje.
Las que vieron pasar su vida tras el cristal de la pobreza,las que
fueron dejadas,abandonadas,las que dieron todo y se sacrificaron y hoy la
soledad les cubre el corazon forjado en acero y ternuras,las que soportaron
todo y no tien nada.....tan solo el recuerdo de brazos alrededor de su cuello y
ojitos clamorosos en el crecer a la vida. Juntar las manos en el regazo
vacio del cansancio y los años que gastaron las fuerzas y los huesos.
Ellas que viven en la Margen Sur ellas mujeres fuertes a las que el dolor
no ha podido quebrar ni quitarles los sueños. Las que humilladas en cuerpo y
alma se yerguen altivas porque son madres y compañeras…son mujeres y viven en
la Margen Sur. Todo un símbolo de la avaricia de aquellos todopoderosos que
acopian para si poder y riquezas. Así se vive en la Margen Sur.
Y se llora cada noche….
Cuando las estrellas parpadean
Tanto espacio…tanto cielo
Sobre una humilde casilla de tres por tres.
Maria Betty Herrera-para FaroSur-Infoweb 2017
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