La Primera Rosa de cada Noviembre


La llovizna caía suave sobre los rosales del jardín de la blanca casa de la playa....


Humedeciendo con sus cristalinas gotas el brillo de las tiernas hojas que enmarcaban los rojos pimpollos cuidados con esmero por Juan.
Desde la playa se divisaba  el rostro de Leontina detrás del cristal del amplio y luminoso ventanal del cuarto de arriba,miraba su lienzo sobre el caballete y dejaba deslizar su mano sosteniendo el pincel,pero sus pensamientos se volaban hacia la cinta asfáltica  por donde vendría Juan devorando los minutos en la ansiedad de reencontrarse con su Dama.
Había viajado hasta Buenos Aires,no le gustaba ir,siempre ponía pretextos debía retirar unos estudios realizados un mes antes,era tedioso para juan manejar realmente no lo disfrutaba,todo lo contrario de Leo que amaba viajar en auto en especial los días de lluvia y escuchar opera o los encantos sublimes de Franz Schubert  invadiendo el pequeño ámbito del auto,le había dicho tan solo que visitaria unos familiares y le compraría aquella bata de seda que su dama soñaba tener ...-Su medico dijo-Poco tiempo queda... poco tiempo amigo mio-
Se prometía no decirle nada a Leontina.

Una noche --de tantas-Juan la abrazaba suavemente sobre el edredón de plumas mientras las imágenes envueltas en el maravilloso sonido de "Madame Butterfly- Aria "Un bel di vedremo"inundaban el cuarto y se escapaban en un lamento de lagrimas y cerezos hacia las olas del mar y ella recostado su rostro sobre el fuerte brazo de Juan ,exclamo-Esa es la bata Juan! es hermosa..- señalando la bellisima bata de seda negra con grandes flores amarillas una de las tantas que cubría el cuerpo único y celestial de Madame.Se deleitaba viendo esa pelicula .La opera de Madame Butterfly narra la tragica historia de Cio-Cio San (Madame Butterfly) una  geisha de Nagasaki que se enamora locamente de un oficial de la Marina americana.
 La emocionaba y lloraba cuando la musica de Puccini le envolvia los sentidos ,una historia de amor inigualable

-Esta bien cariño,la tendrás,cuando vaya a tu gran ciudad la buscare y te la traeré-
Juan solía sonreír con gesto paternal cada vez que Leontina sacaba de su interior adolescente esas frases y risas,expresiones y deseos que a el le subyugaban.

Cuantas imágenes cruzaban el pavimento con velocidad pasmosa y se apretujaban en la garganta de Juan impotentes preguntas que no recibían respuesta,los ojos empañados,sus puños apretados con inusitada fuerza al volante le impregnaban de rabia cada latido de su corazón.Y la escuchaba susurrandole al oído.
-Juancito de mi alma,,estaremos siempre solos?-
-No amor mio.No.Dios habrá de premiarnos un dia con un hijo -Y solía desviar la mirada húmeda para que Leontina no viera su gran pena que dolía en las manos y en  la casa tan silenciosa,tan bohemia,tan a la manera de su amada,
Solían recostarse abrazados y los brazos fuertes del hombre amado le aseguraban la placidez esperada que la llevaba hacia un viaje de sueños sin vientre vacío.
Jamas imagino Juan que en horas vería pasar su vida de años y no la podría retener ya nunca mas y sus ojos devoraban la vuelta a casa y sostenía el volante como su fuera a desprenderse en cualquier momento.
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  Recordo aquel dia....   
-Amor! amor! prepara unos bolsos que nos vamos de vacaciones!!-los ojos negros brillaban mas que nunca,bajo del auto con su camisa blanca arremangada hasta los codos su cabello renegrido caía en mechón rebelde sobre su frente sudada aferrando fuerte en su puño derecho un papel...llamándola
Ella bajo las escaleras de dos en dos y en el marco de la gran puerta de entrada abrazo a su mago enamorado y perdiéndose en la emocion profunda de sus ojos no cabiendo en si de alegría expreso un-Siempre sorprendiéndome vida!!cuando salimos?-
-Mañana,mañana tesoro y sera un largo viaje!-
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Cuantos recuerdos se le agolpaban a Juan,cuantos años junto a su gran amor,aquella chiquilla enloquecida de alegrías y disparatadas decisiones que a el le gustaban tanto,ella la que con su eterna adolescencia le había despertado la inclinación por la lectura,por la música y la pintura ,sus interminables conversaciones en madrugadas eternas.
 La amo desde el primer instante,cuando la joven estudiante de bellas artes paseaba sus inocentes encantos sobre el césped recién cortado de Plaza Francia,lo impacto la frescura de su sonrisa  la pureza de su jovial alegría en la tarde de un enero estival y cielo azul.
Desplazo sus dedos en su enmarañado cabello que ya no era negro azulado sino un ocaso atardecido de hebras plateadas y desplazandolo hacia atrás se preguntaba si no habría algo mas,un estirón de vida que le permitiera beber los amaneceres de Leontina unos años mas.
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Se fue atras en los años buscando la vida.
El polvoriento camino les secaba la garganta,el pañuelo de seda de Leontina con el cual cubría su cabello dorado ya no era de color purpura ,mas bien marron de tanta tierra, el impenetrable chaqueño los recibía con rojizos caminos y a medida que el verde los rodeaba en un abrazo asfixiante una acuarela de fragancias y sonidos les atrapaba los sentidos.

-Buenas hijo? como le ha ido en viaje tan largo?-Llego rapido mi telegrama! .
-Padre mio que bueno volver a verlo- y se fundieron los hombres en un abrazo que a los ojos de Leontina que no comprendía nada pareció interminable.
-Ella es Leontina ..mi esposa Leontina de la que te hable tanto extrañado padre .
El hombre curtido por soles y labriego desde niño estiro su brazo abriendo su tosca mano hacia los menudos dedos de la mujer de Juan -Mi señora es un placer conocerla,es usted como un angel,asi me lo ha contado todos estos años este buen nieto de tobas que hemos querido tanto todos aquí -y tomo entre sus ásperas manos el ramito de azahares que Leontina sostenía con dulzura.
Lorenzo Camacho había criado al huérfano niño llamado Juan Cayun,le habia acogido en la humildad de su hogar junto sus 8 hijos lo había amado como a todos sus vástagos y de sol a sol abriendo surcos ,sembrando y cosechando les obsequio lo que todo padre humilde y campesino sueña;estudios primarios y secundarios,Juan a los 18 emprendió viaje hacia sus sueños y llego con un bolsito y una manta azul a la gran ciudad de buenos Aires...soñaba ser arquitecto.
Lorenzo enviaba muy poco,lo que podía a su hijo Juan que apenas si pagaba su pensión en la calle Pasteur del barrio del Once,con el tiempo el joven comenzó a trabajar como ayudante de albañil en una gran obra cerca de Retiro y muy pronto fue emprendiendo una veloz carrera en la construcción,sus estudios fueron quedando a un lado,una obra trajo otra mas grande y en cuatro años Juan se fue convirtiendo en un respetado contratista.
Una tarde luego del baño refrescante se miro al espejo de la pensión y peinando su brillante cabello sonrió y sus blancos dientes eran una corona de jazmines en su rostro.
Compro chicles mentolados en un kiosco y le sonrio picaro a la vendedora,algo en su corazón le avisaba que cambiaría su vida,nunca le habia prestado atencion a la gran Plaza Francia,el calor era sofocante casi no se podía respirar,su camisa blanca se le pegaba en sus anchas espaldas y decidió sacarse los mocasines y sentir la humedad fresca y deliciosa del pasto verde.Asi estaba con un zapato en cada mano cuando la vio.
Vestido lila muy largo,anteojos enormes y a la moda suecos azules y bolso azul, sentada en la gramilla con la cabeza hacia atrás dejando caer su cabellera rubia casi rozando la hierba .Quedo absorto y casi muere cuando ella giro hacia el viéndole a los ojos y sonriendo inocente le envió como en un arco iris de luces multicolores un...-Hola, te estas mojando con la regadera ja ja!!-y su risa le sonó a coro de ángeles y no le importo su jean completamente mojado por el difusor de agua.
Asi se habían conocido y jamas se separaron.
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Recordó el cruce de  un arroyo,caminaron por un desvencijado puente de maderas crujientes ,llegaron hasta una casilla muy pobre cuya puerta era una raída lona y en su interior una otomana y sobre unas cobijas una vieja india toba casi moribunda.
-Lorenzo...- musito la vieja mujer que intento sentarse mostrando una espalda curvada por tantísimos años de atados de leña y trabajos forzados en los algodonales .
-Shhh tranquila Pilmaiquen(golondrina)aqui le traje lo prometido,el Juancito y su esposa,ellos se llevaran al niño Tahiel(hombre libre)y usted ira al hospital y alli la curaran.Una sonrisa broto desde las profundas arrugas y sus gastados y opacos ojos expresaron sin hablar la infinita devoción que había sentido la anciana siempre por Juan.
El niño en cuestion le había sido dejado una madrugada en la choza de la anciana por una nieta que termino muriendo de tuberculosis,el niño tan solo tenia 6 meses.
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Volviendo a Buenos Aires...

Abrazaba al  niño a su pecho y miraba su regordete rostro moreno,sus pestañas negras y muy largas y cuando sus deditos se quejaron de estar inmoviles y se movieron abriéndose en un racimo de ternuras las lagrimas de Leontina caían sobre las ropitas compradas de apuro en un almacén de ramos generales por la ruta Provincial N°5 en Villa Rio Bermejito.
Juan apoyo su mano derecha en la pierna de Leontina y mirando hacia la nada de la noche que se venia de frente en un largo camino hacia el Sur,le dijo emocionado-Somos padres amor,,,seremos los mejores padres de Tahiel

La realidad volvio a sacudirlo,habian pasado 26 años !!
Los recuerdos le abrumaban las horas de ruta y soledad.
Miraba de soslayo y creía ver a su Leontina dormida a su lado tapada con la manta azul que era su tesoro.-Dios ..esto es todo? tan rápido se me fue el tiempo...?-

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 La noche se cerraba en la ruta Nacional 3 y se dibujaban en el horizonte las luces de Caleta Olivia,en la region del Golfo San Jorge y penso en cargar combustible y seguir su viaje hasta Tierra del Fuego.
Bajo y deposito su cabeza sobre sus brazos que descansaban en el techo del auto respiro muy hondo ,tan hondo que le dolió el pecho...-ya no me queda tiempo- se decía por lo bajo.
-Señor el tanque esta lleno...desea algo mas?-
-No gracias-
-Buen viaje señor-
-Buenas noches muchacho-
Emprendió camino hacia la Isla Grande de Tierra del fuego,alli lo esperaba su hijo y su gran amor.Volvia deshecho en llanto por dentro.

El dia se abría en un abanico de tonalidades naranjas sobre un celeste mágico a la vez que un viento helado-no tan helado como su corazón-le besaba la tristeza que se ahuecaba en las palmas de sus manos.
La barcaza se mecía sobre el Estrecho con la valentía y arrogancia de emprender esa aventura de desafiar el oleaje cada dia. 
Ya estaba en su paisaje,su lugar elegido en el mundo,su isla  amada,el trozo de tierra sobre el mar elegido por los dos para criar ,educar y amar a Tahiel.
El sol débil refugiándose tímido detrás de las cargadas nubes lluviosas del mediodía caía perpendicularmente sobre la gran masa impactante del Cabo Domingo,que se erguía magnifico e impresionante a los ojos desmesurados de un visitante primerizo,también lo era para Juan que jamas ,a pesar de los años vividos en Río Grande,nunca dejo de maravillarse de ese lugar donde caminaba la playa con Leontina viendo correr a las gaviotas en los  primeros pasos del sonriente niño de piel cetrina y negros cabellos .
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Leontina se levanto suavemente de su sillón mullido de terciopelo azul y acaricio el lomo de su amigo y compañero Míster O'brian un Winston Poodle apricot que llevaba 10 años con la pareja,con quien caminaba cada mañana la playa de sus sueños,con quien hablada y escuchaba música y Míster cuidaba los momentos de la pareja cual guardián del reino en las noches de risas y vino blanco helado salpicado de lunas cómplices.
-Ha dejado de llover Míster-
Movió discretamente la cortina y los recuerdos fluyeron como un ramillete de violetas recién cortadas,un sobresalto de motor invadió la tarde de las plañideras gaviotas la movilizo al grado de mayor exaltación de un sentimiento al paroxismo de las sensaciones.
Alli estaba Juan como siempre mirando hacia arriba,hacia la torre de su dama,brazos abiertos en cruz esperando verla cruzar el jardin y arrojarse a sus brazos como siempre.Era su costumbre no entrar para verla abrir y asombrarse como cuando era la chiquilla de Plaza Francia colgándose a su cuello enamorada.
Ya no bajaba a los saltos los escalones,ya consideraba cada movimiento y se aferro al picaporte mientras su corazón agonizaba en latidos y su tez empalidecía por el apuro de llegar hasta donde su hombre la esperaba.
Verlos abrazarse era como ver un film romántico del siglo pasado.
Juan se regocijaba ante tantas preguntas de Leontina y describir cada dia cada momento de su ausencia.Y le dolía el alma verla caminar lento.
Debia sonreirle como siempre y que no notara en absoluto su gran pena. 
Subio las maletas hasta su cuarto y mientras  oía cantar a Leo bajo la ducha la canción "Seasons in the Sun" Adiós papi,es duro morir cuando todos los pájaros están cantando en el cielo 
ahora que la primavera esta en el aire,
teníamos estaciones en el sol pero el vino y la canción 
como las estaciones se han ido....

Juan amorosamente acomodo la bata japonesa sobre la cama,la seda negra resalto sobre el edredón blanco y las flores no eran amarillas como en el film sino de color rosado tenue.
La madrugada los cubrió de amores y abrazos y ella durmió apretada y sosegada al pecho de Juan y el la atrapo mas fuerte que nunca a su corazón,y respiro su piel como jamas la había respirado,toda una vida todas las noches de sus días absorbió la fuente de su inagotable juventud. 
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Se habían mudado a la casa de la playa para que el niño creciera fuerte y sano como recomendó en su momento el pediatra ,viendo crecer a su niño se les rebalsaba de dicha la vida.
Los dias fueron corriendo veloces como el viento fueguino y casi no tuvieron tiempo de atraparlos en botellas para el mañana.
Juan cultivaba los rosales con un cuidado extremo y cada noviembre esperaba la primera rosa que colocaba en una copa y sin decir nada la dejaba en el saloncito de Leontina junto a sus libros y sus pinturas con una esquela ..."te amare en todas las vidas que tengamos...."
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Desde su viaje a Buenos Aires Leontina lo noto muy pálido y melancólico a Juan,solía abrazarla con fuerza y ella sentía el calor de sus lagrimas rodar por el rostro de su hombre y mezclarse con las suyas.
Intuía..pero lo descartaba de inmediato.
El corazón de Leo,golpeaba en una arritmia descontrolada pero ella sonreía,guiñaba los ojos a la vez  y preparaba el café suave para ambos y mientras el sol se fundía en el horizonte tras un tul rojizo de nubes rezagadas juntos en silencio los encontraba la noche sentados mirando el mar.
 Esa mañana de noviembre el sol besaba descaradamente los rosales que Juan cuidaba y ella sentada en el balcón terraza que el le había construido especialmente y donde sostenían interminables charlas tomados de la mano como en el principio  de los tiempos,lo observaba y se detuvo en el temblor de sus manos al levantar la tijera de podar y quedar inclinado....
-Papa,Mama!!!!-el grito de Tahiel quebró el instante de Leontina que desvió sus ojos de Juan para ver a ese hombre tan alto con su cabello muy oscuro y brillante
el color de la tierra madre en su piel,saludarlos con los brazos en alto.
El joven se acerco a Juan cariñosamente y rodeando la espalda encorvada de Juan le musito al oído- Papa..cuantas veces te dije que no estés trabajando el jardín...tomas los remedios?-
Abrazo a su padre y miro hacia arriba a su madre arrojandole un beso que surco el aire e impregno de fragancias de alelíes la mañana cálida
-Te amo tanto viejito querido- apretó la cabeza de su padre entre sus vigorosas y amplias manos.Cada mañana se escapaba del hospital para visitarlos.
Levanto a su madre de la cintura y bailo un vals silbado en el cariño  desbordado y la sintió tan delgada como una espiga de trigo
-Vine a verlos,no se,tenia desde anoche la necesidad imperiosa de abrazarlos,esta tarde tengo consultorio y por la noche vendré con Mary y los chicos-No olviden lo mucho que los amo-y galante como siempre se marcho arrojandole besos a su amada madre.
Leontina lo vio alejarse tan gentil con sus dientes tan blancos como una corona de jazmines en su rostro ,como Juan,igual que Juan.
Se acerco a su esposo ,-viste papa como le queda la chaqueta blanca?-
-Si mi amor,al doctor Tahiel Cayun Alcántara todo le queda bien...salio a mi ese toba hermoso-
-Preparare un te amor no tardes- al no escuchar su respuesta quedo inmóvil en el marco de la puerta de la cocina,no atinaba a darse vuelta,giro lenta su cabeza y lo vio inclinarse al rosal y no poda sostenerse en pie y abriendo su mano derecha dejo caer la tijera de podar y la miro- Mama....no puedo...amor ya no puedo-
Corrió hacia el perturbada sin dar crédito a lo que estaba sucediendo a Juan.
- Vamos amor ,vamos entremos a la casa,hace frio y estas sin tu chaleco.-
-No mi reina,aun no te di la primera rosa de noviembre,la mejor la mas perfumada siempre fue para vos-
Tratando de respirar la miro hundiendose en el maravilloso color de los ojos de Leontina ,mientras ella lo sostenia en sus brazos Juan levanto  tembloroso su mano izquierda tenia para su Dama la primera rosa de noviembre.
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El sol ya había caído en el horizonte y la luna comenzaba a reflejarse en un mar tranquilo en los ultimos dias de noviembre.Entre las morenas y fuerte manos de Tahiel las delgadas y trémulas manos de Leontina se movían en ternuras esparcidas sobre la arena aun caliente,los dos miraban el mar.-Ahora me toca a mi cuidarte madre- le dijo despacio sin dejar de mirar la blanca espuma que lamia la arena dorada.
Ella se encamino orgullosa en su lentitud hacia el agua y se quedo perdida su mirada en la absurda soledad de su corazón,la suave brisa le acariciaba el cabello-como lo hacia Juan- y su largo vestido color lila rozaba la humedad de la playa .
Se apoyo rendida sobre la figura de su hijo que resguardandola del mundo y sus tristezas la rodeo con sus brazos y bajando el rostro hasta encontrar el de su madre  le murmuro- Siempre te amo,fuiste su gran amor y nos amo tanto.Esta junto a vos mujer.fue tu rey y en su nombre te regalare cada año la primera rosa de cada noviembre.......-Maria Betty Herrera       Rio Grande  Octubre 2016

 Maria Betty Herrera       Rio Grande  Octubre 2016

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